51 BSS – sobre el calor

Behobia – San Sebastián 2015 (51 B/SS)
8 de noviembre de 2015
10:03 AM
Segundo domingo de noviembre es sinónimo de Behobia – San Sebastián en el atletismo popular. La Behobia fue fiel a su cita pero no así el mes de noviembre, al menos en lo meteorológico.
A la hora de tomar mi salida (las 10:03), por megafonía anunciaban 25 grados. No parece algo muy propio de un mes de noviembre pero, como la memoria suele jugar malas pasadas, he decidido buscar algo de información en la Agencia Estatal de Meteorología – Aemet.
He consultado los datos de Donostia/San Sebastián (Igueldo) y Hondarribia (Malkorra) para el periodo 1981 – 2010, obteniendo los siguientes resultados:

 
 
donde:

• T es la temperatura media mensual (°C).
• TM es la media mensual de las temperaturas máximas diarias (°C).
• Tm es la media mensual de las temperaturas mínimas diarias (°C).

En la misma fuente, consulto los valores máximos del domingo, obteniendo los siguientes resultados: 25,6°C para Donostia y 29,4°C para Hondarribia. Ambas superando los valores extremos absolutos.
Conclusión: fue un día anormalmente caluroso para la época del año en la que estamos. Mi experiencia personal me dice que con tanto calor mi rendimiento se viene abajo y, de hecho, ayer no pude sacar todo lo que creo que tengo dentro. Al igual que antes, he preferido buscar información sobre cómo la temperatura del ambiente afecta al rendimiento deportivo. Me he topado con un extenso estudio publicado en 2012 donde se analizan los resultados de los años 2001/2010 de 6 de las maratones más importantes del mundo: París, Londres, Berlín, Boston, Chicago y New York. El estudio confronta el tiempo de llegada a meta de los participantes (1.791.972 corredores) con parámetros ambientales como, por ejemplo, la temperatura del aire.
Algunas de las conclusiones del estudio son:

• El parámetro ambiental con mayor influencia en el rendimiento deportivo fue la temperatura del aire.
• El segundo parámetro que afectó el rendimiento fue la humedad.
• La temperatura óptima en la que las corredoras de élite alcanzaron la velocidad máxima en las 60 carreras fue de 9,9°C y que un aumento de 1°C por encima de esta temperatura óptima dio como resultado una pérdida de velocidad del 0,03%.
• Con temperaturas más cálidas de aire, existió un mayor porcentaje de abandonos durante la carrera.

Por lo tanto, las conclusiones del estudio confirman la sensación que tuvimos ayer muchos corredores: “no era un día para hacer marcas”. No pretende ser una justificación o una excusa sino una explicación. Como he leído tantas veces desde que acabó la carrera, la Behobia no es un juego de niños sino una carrera muy exigente, tanto por distancia como por perfil. Si a esto sumamos una temperatura pongamos que de 25°C (tirando a la baja), el cóctel puede ser explosivo.
Yo decidí salir regulando (quizás demasiado en los dos primeros kilómetros). Me llegué incluso a preocupar y a sentir mal por estar malgastando una oportunidad de hacer una buena marca. Tantos entrenos, tantos madrugones, tantos sacrificios,… Decidí apretar un poco (de manera controlada) y acabé fuerte y muy entero. El daño a nivel de marca fue controlado pero el cuerpo y la mente están fuertes. Sinceramente, creo que hice bien.
Los ensayos previos me decían que podía andar en torno a 1h17 – 1h18. Vamos a poner 1h17:30 (4.650 segundos) para los cálculos. El tiempo fue de 1h20:20, esto es 2 minutos y 50 segundos por encima del objetivo o, lo que es lo mismo, 170 segundos de más. Me alejé un 3,66% de mi objetivo. ¿Concuerda con las conclusiones del citado estudio?
Si leemos con más detalle uno de los documentos adjuntos, observamos que, para un aumento de la temperatura de 15°C (25 – 9,9 = 15,1), la pérdida de velocidad entre un 3,39% para los atletas de élite y un 7,93% para los clasificados en el primer cuarto (25%), siempre hablando de hombres.
No podemos extrapolar los datos del estudio de manera académica puesto que el estudio está hecho en base a resultados de maratones pero creo que se puede concluir de manera “amateur” que lo que me sucedió el domingo entra dentro de la normalidad.
Casi que dejo la crónica para otra ocasión.